El bosque urbano
Un bosque urbano bien gestionado es una pieza fundamental a la hora de conseguir ciudades más resilientes, sostenibles y saludables.
El bosque urbano engloba infraestructuras como el arbolado viario, los parques y jardines -tanto públicos como privados- o los grandes bosques periurbanos. Cada uno de estos elementos contribuye en cierta media a la consecución del objetivo final, pero deben ser gestionados de manera global junto a otros elementos de la infraestructura verde urbana, siempre bajo el paraguas de unos objetivos y una estrategia de planificación y mantenimiento comunes a escala de ciudad.
La importancia de la gestión
La gestión de este bosque urbano debe basarse en conocimientos y herramientas específicos, adaptando experiencias previas de gestión de elementos y masas arboladas al peculiar entorno urbano altamente antropizado y densamente poblado de las ciudades, con distintos factores condicionantes, e integrando las demandas y presiones sociales.